Arte y Pasión
Mi infancia estuvo marcada por una pasión irrefrenable por crear y por descubrir qué podía hacer con mis manos: pintar, transformar, dar forma a lo que sentía por dentro.
Con el tiempo, esa búsqueda me llevó por caminos poco transitados. Me enamoré de lo oculto, de lo no normativo, de las preguntas que desestabilizan al "ser humano promedio": ¿Qué somos realmente? ¿Hasta dónde puede llegar nuestra conciencia? ¿Cuánta magia hemos olvidado?
Autores como Crowley, Eliphas Levi, Michael W. Ford, Helena Blavatsky etc fueron guías en la oscuridad. Y junto a ellos, los grandes filósofos —Nietzsche, Foucault, Jung, etc— me enseñaron que pensar también es una forma de romper estructuras, de crear nuevos lenguajes.
Desde hace más de diez años, el tarot se convirtió en uno de mis pilares creativos. Su simbolismo profundo, sus misterios velados y su capacidad de hablarle directamente al alma son parte esencial de mi obra. Cada carta es un arquetipo, un espejo, un universo en sí mismo.




Arte y Pasión
A esa mezcla se suman las series de anime que me acompañaron en la adolescencia —emocionales, intensas, a veces apocalípticas—, que despertaron en mí una sensibilidad aguda hacia lo invisible, lo trágico y lo sublime.
La música ha sido, desde siempre, una banda sonora íntima que atraviesa cada etapa de mi vida. En mi adolescencia me marcaron voces como Soko, Zaz, Gustavo Cerati y Melody´s echo chamber, bring me the horizon y con el tiempo se fueron sumando artistas que siguen habitando mi mundo interior: la melancolía abismal de Radiohead, el misticismo de Kate Bush, la nostalgia onírica de Lana del Rey, la oscuridad romántica de The Cure, la intensidad emocional y la dulzura alienada de Molly Nilsson, me encanta explorar musica la lista es larga.
Crecí con rock clásico, con bandas como Black Sabbath sonando de fondo, y con el tiempo encontré en los sonidos de Medio Oriente una vía para expandirme, y en la música clásica un refugio suave, perfecto para entrar en el estado de presencia que necesito al pintar.
Cada canción, cada escena, cada símbolo ha tejido una red emocional y simbólica que marca mi forma de ver y sentir el mundo. Todo eso vive en mis cuadros: lo simbólico, lo mágico, lo emocional, lo caótico y lo místico. Pinto desde un lugar profundo, donde conviven mis pasiones, mis memorias y esa forma extraña y hermosa de habitar lo invisible.
Inspiración
Pintar es mi forma de traducir todo eso. De ponerle forma al abismo, al deseo, al espíritu. De hablar sin hablar.

